¿Saben ustedes, panchiteros de honor en tránsito de 2023 a 2024 que aún se discute quién compuso realmente una de las canciones que podrían ser himno absoluto de los cafeteros del mundo y la galaxia unidos, de Moliendo café? ¿La recuerdan interpretada por Mina, por Lucho Gatica, hasta por Julio Iglesias? ¿La han oído a la guitarra de Paco de Lucía y a la de Ricardo Modrego que la grabaron en 1965? ¿Se saben, felices panchiteros, la letra de arriba abajo? Ahí la tienen, escrita en 1960 tal vez por Hugo Blanco o quizás por José Manzo Perroni , venezolanos ambos, de la misma familia los dos
Cuando la tarde languidece
Renacen las sombras
Y en su quietud los cafetales
Vuelven a sentir
Esa triste canción de amor
De la vieja molienda
Que en el letargo de la noche
Parece gemir
Una pena de amor, una tristeza
Lleva el sambo Manuel en su amargura
Pasa incansable la noche
Moliendo café
Cuando la tarde languidece
Renacen las sombras
Y en su quietud los cafetales
Vuelven a sentir
Esa triste canción de amor
De la vieja molienda
Que en el letargo de la noche
Parece gemir
Una pena de amor, una tristeza
Lleva el sambo Manuel en su amargura
Pasa incansable la noche
Moliendo café
Cuando la tarde languidece
Renacen las sombras
Y en su quietud los cafetales vuelven a sentir
Esa triste canción de amor
De la vieja molienda
Que en el letargo de la noche
Parece gemir
Que en el letargo de la noche
Se deja sentir
¿Saben amigos, ahora que comienzan 365 días de vida nueva, que se convirtió a partir de los años 60 en el cántico identitario de las barras más bravas, los hinchas más fieros del magno club de fútbol Boca Juniors que la entonaban al ritmo de ‘Dale Boca, dale’? ¿Les ha contado nuestro imperial Panchito que un día los fans del equipo italiano Cavese 1919 pillaron un CD con los cánticos del Boca y en un partido contra el Ancora cantaron a todo pulmón un ‘Dale Cavese’? Lo subieron a YouTube en 2007 y se hizo tan tan tan super viral que el 20 de enero de 2022 los socios, abonados, hinchas, tiffosi de la Real Sociedad de Fútbol se lo cantamos al Atlético de Madrid (hay pruebas maravillosas en las redes…).
Pero en las noches, noches como la del 26 de diciembre pasado, la de la Luna Fría de Invierno, se pueden moler otros frutos, otras cerezas, otras plantas que no sean café. ¿Pimienta? ¿Por qué no? ¿Espelta, trigo, cereales para hacer pan? También. ¿Chía, comino? Y tanto pero nosotros estamos pensando más bien en…. Cúrcuma, la planta herbácea perenne de flores hermafroditas cuyos rizomas (tallos subterráneos) se usan como especia, especia imprescindible en la preparación de cualquier curry bien hecho. Se usa también como colorante y tinte natural Y se ha puesto de mota como ingrediente antioxidante, antirreumático y de extraño y atractivo sabor en bebidas también tan antiguas/modernas como la kombucha.
¿Por qué estamos hablando de la cúrcuma en esta zona de la web de Cafés Panchito donde unos cuantos solo admitimos un único Amo, el café? Pues sencillamente porque aunque parezca difícil de creer hay en el universo gentes que no aprecian un buen espresso, un ristretto o un con leche. Para ellos, para ellas, el anfitrión vestido siempre con blanquiazul elegancia en el escaparate de la calle Churuca ha ideado una bebida casi alquímica a la que llamamos Golden Latte. ¿Su composición secreta? Leche (a elegir si desnatada, sin lactosa o…), cúrcuma en polvo y un poco, solo un poco, del azúcar extraída de la flor del coco. Sabe a eso, a dulce pero a la vez punzante mezcla entre el Caribe y La India.
Hay otras dos bebidas para quienes aún no han abrazado con extrema pasión el café como divinidad suprema, la Cookie Latte, que sabe a eso, a galletita, y otra que te va metiendo en la senda cafetera, la Avellana Latte que sí lleva un algo de buen café. Y avellana tostada.
Beban lo que beban (en Reina Regente) hay batidos energizantes, antioxidantes y algunos con bastante cúrcuma, feliz 2024 entre tazas, cups, termos o cantimploras llenas de lo que ustedes prefieran.
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